miércoles, 2 de diciembre de 2009

Finos tentáculos de luz, tocar.

Un gallo doce y media
canta la noche de perfumes,
recuerdo impenetrables mañanas
Una vez un beso contra el sillón rosado
medio gastado, medio floreado.
Suavidad, penetrar cavernosas pupilas.
Brutalidad, franquear tu pelo.
Una vez el sueño me despierta
con las manos en alto.
Súbito.
Recuerdos en el sueño en la memoria en las manos en alto.
Estiro piernas brazos
espalda
manos pies y recuerdo:
Sentir atada y también
flagelada
Querer matar
a una desde abajo de la cama
Sin salir de abajo,
raspando
rompiendo mi piel.
(Si pudieras entender, que un recuerdo me lleva a otro, que una sensación me lleva a otra, que las manos escriben, no siempre acuerdan y están cuerdas.)

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