sábado, 19 de diciembre de 2009

Las casas se cruzaban en el aire surcando la travesía de túnel que la llevaba hasta su casa. Se tira en la calle, levanta de nuevo su cabeza, otra vez el delgado hilo de la vida desespera su mundo. Las curitas no le sirven y una palabra es absurda. Ya ella se entrega al vacío desolado de no querer nada y quererlo todo.
Su cuerpo desplomado sobre el umbral asustada, en la sien el gatillo. Beso desparramado mañana fría encuentra que ya entiende el sentido de todas las personas son la misma persona. Sin acentos, sin comillas. Estrategias del discrepante discurso. Pero ella sigue atravezando las casas el aire la ventana el espejo la calle las veredas adoquinadas medio rayadas de Mar del Plata.
Mar del Plata que no es plata sino pata. Andando sobre suertes ¿venideras? Esperando una búsqueda que no se anima a buscar. Barreras de rejas que se impone en el camino, estar tirada en la puerta de un garage como el de cualquiera de nuestras abuelas. Pintado medio arqueado. Ella siente; el peso del pero...
No quiere encontrarte y te busca, me busca. Será paranoia o será lo que sea: ella me espera y yo sigo sin salir, igual que ella. Apoyando mis palabras en alguien que no es ella, así como ella apoya su cabeza en el pecho de alguien que no soy yo.
Un beso solo y un esbozo de sonrisa. Yo sé que ella no quiere eso pero ella lo quiere todo y no quiere nada.

3 comentarios:

  1. U-u--u-uuu... por alguna razón me pega esta suceción de hechos, de sensaciones... la simbiosis y las plagas también son patrimonio humano, de manera que alabo, por sobre todo, esa frase final. ¿Cuando dejará ella de dar vueltas sobre si misma, y de amrearme a mi a la vez? No lo sé, espero recordar este texto cuando lo haga... si lo hace.

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  2. Muy bueno che!

    ¿Has experimentado con cadaveres exquisitos?

    Me gusta tu sitio, saludos!

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  3. todo muy bueno, saludos,
    está un poco desordenado

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