lunes, 9 de noviembre de 2009

un poco de paso no viene mal

En esta ocasión me gustaría contarles que vi un pájaro entrar por la ventanita del lavadero. Estaba en la computadora y escuché como si algo se cayera. No le di bola, claro. Pero a la media hora fui a ver qué onda. Había un gorrión comiéndose a mis hijas. Lo miré. Él me miró. Se fue volando.
Pero pasado ese sublime instante me quedé pensando en "¿y si hubiera pasado algo mejor?". Es decir, si no hubiera pasado eso y hubiera pasado, por ejemplo, que en vez de un gorrión entrara un conejo.
Algunas veces se escatiman esas conjugaciones y esas mezclas sintácticas. La mayoría de las veces dan esa sensación de inservibles, de insuficientes. Nos olvidamos de las lecturas anónimas, de las lecturas anteriores, tan anteriores que ya, por ser tan pasadas, son anónimas. Quedan los retazos de lecturas que a medias se empiezan a completar con otras. Nuevas atmósferas se bañan en las viejas y crean esos mundos también lejanos, como las anécdotas. Quedan pseudo-recuerdos en los cráneos y todas comienzan a conformar.
Es tanto verbo. Una palabra lleva a la otra y la acción comienza a ser. Ser, sin olvidarme de tantas conversaciones que hemos tenido y que si llevaron a algo fue a esto. Parece charlatanería, una cosa poco trabajada.
Pero es más allá de la ventanita del lavadero que miro, esa torre que se ve a lo lejos, esa torre es la de Manantiales, lejos. A sesenta o setenta cuadras. Si estoy al mediodía me encargo de acercarme a la ventanita y mirar, tal vez algún día tenga súper visión y así como les escucho por la radio les pueda ver. Con gestos, con muecas, con caras de risa, con caras de simulantes farsantes.
Cuando el deseo deja de ser deseo. Quiero seguir imaginándolos, sentados, tal vez se paren de bronca en algún momento, tal vez se estén tomando una birra, aunque no lo creo. El gorrión se acerca a la ventana de nuevo. Tal vez por esa sensación de propiedad privada he cerrado la ventanita. Vuelve a mis recuerdos fragmentados esa casa y ese olor. El cantero del frente que siempre verde. En invierno, en verano, siempre verde. Crecidos arbustos que me afanaban el pensar. Se iba a mirar porque siempre, el siempre verde estaba abierto.
No era una ventanita, era un ventanal enorme: del piso al techo. Abierto de par en par todos los días, todas las mañanas y me recuerdo cerrándolo cuando me iba a la escuela. He ahí ese sentimiento. Sí, el recuerdo fragmentado. Hoy se nutre de opuestos. Antagonismo del más acá como diría el nefasto. Pero la misma sensación.
Una olvida (si fuera hombre esto de hablar en primera persona como persona y no como hombre o mujer sería aplaudido por algunas otras) Una olvida que no sabe qué es "ser", pero siente una terrible seguridad en pensar que es en tanto construye sus recuerdos, esa cuestión de cultura heredada de la pervivencia a través de la muerte: la anécdota, la historia, repetirse en las palabras, salir de la corporeidad para ser y ser parte de esta calesita.
Ya no importa si es abrumadora. El cuento puede repetirse infinitas veces (hasta que alguien encuentre algo finito) Y ya no importa para algunas que las manzanas no tengan gusto a manzana, que próximamente los conejos asados con papas se vendan en latas y que las mazmorras sean la inspiración cultural, porque "es así". Y justamente porque para no accionar se utiliza el argumento de la entidad, del ser, es que no nos cansamos de intentar encontrarle una vuelta de tuerca diferente. Y para eso generamos una suerte de pensamiento que intente transformar una era que se nos viene encima y nos aplasta para que deje de aplastarnos.
Son reminiscencias (muy lejanas) de la novela decimonónica con una medida de Jitrik, una de Denevi, otra de Luca y algunas otras que ya no recuerdo o no tengo ganas de alardear más.

1 comentario:

  1. Si tan sólo el ser pudiera surgir de un verbo, y no generar más que eso... Qué insulso me resultaría todo. Sin olvidar que no conozco lo que es realmente "ser", aún. Nuestra vida es lo que la memoria junta, y en parte, lo que te contaron... Gracias por nunca cansarte de encontrarle una vuelta de tuerca diferente :)

    Pd: Nati! Reavivá tu blog, tengo ganas de seguir leyéndote!

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